ILUSTRÍSIMA, VENERABLE Y ANTIGUA HERMANDAD Y COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO,
SANTÍSIMO CRISTO DE LAS ALMAS, NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y ÁNIMAS BENDITAS

IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO EL REAL Y DE REFUGIO

JEREZ DE LA FRONTERA


jueves, 21 de diciembre de 2017

La custodia procesional de la Hermandad Sacramental ya puede visitarse en el museo de Santiago


El museo de la Iglesia de Santiago alberga desde ya, posiblemente, la pieza más valiosa de la orfebrería jerezana del S.XVIII. Y es que, desde hoy jueves día 21 de diciembre, ya se puede contemplar en sus vitrinas la custodia procesional, propiedad de la Hermandad Sacramental de Santiago, que cada Domingo de Trinidad cobija al Santísimo Sacramento en su procesionar por las calles de la feligresía de Santiago.

Obra de Juan Bautista Costella y realizada entre los años 1791 y 1793, en la misma, desde su base, asciende una columna hecha de nubes. De ella brotan dos ángeles mancebos, apolíneos y de pulcro modelado. Están entrelazados y portan espigas de trigo. Uno con la mirada perdida; el otro, arrodillado, eleva la vista hacia arriba en actitud de adoración. En torno a ellos revolotean graciosas cabezas de querubines. Este es el original diseño del vástago de la custodia procesional de la Hermandad Sacramental de Santiago, el detalle que la convierte en singular por su concepción plenamente escultórica. Su sentido efectista y de disolución de las formas, de recuerdos barrocos, contrasta con la elegancia neoclásica del pie o peana de la pieza. En el otro extremo, el superior, hallamos, entre grandes ráfagas y una delicada parra, el viril donde se aloja Cristo Sacramentado. La superficie plateada, con algunos toques dorados, aquí se enriquece con la inclusión de esmeraldas, topacios, rubíes, diamantes y perlas.


Su riqueza de materiales y su delicada realización la convirtieron en la obra de platería jerezana más costosa de todo un siglo, el XVIII. Casi 100.000 reales, una enorme cantidad para su época, cobró su autor. Para su ejecución contó con la colaboración de un escultor, cuyo nombre, por desgracia, callan los documentos. No menor misterio envuelve a Costella. Un excelente orfebre, de probable origen italiano, del que sólo hay constancia de su presencia en Jerez por los años en los que labra esta custodia y del que apenas hay datos de unos pocos trabajos más para Santiago y San Juan de los Caballeros, donde todavía se conserva un magnífico portapaz suyo.

Cabe recordar que tan valiosa pieza fue restaurada en este año 2017 en los talleres de orfebrería Villarreal, en Valencina de la Concepción (Sevilla), recuperando así todo su esplendor.

Datos históricos: José Manuel Moreno Arana.