ILUSTRÍSIMA, VENERABLE Y ANTIGUA HERMANDAD Y COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO,
SANTÍSIMO CRISTO DE LAS ALMAS, NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y ÁNIMAS BENDITAS

IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO EL REAL Y DE REFUGIO

JEREZ DE LA FRONTERA


viernes, 15 de mayo de 2020

Hora Santa en memoria de los fallecidos del Covid-19


HERMANDAD SACRAMENTAL DE SANTIAGO.

Parroquia de Santiago el Real y de Refugio.
Jueves 14 de mayo de 2020.

HORA SANTA EN MEMORIA DE LOS FALLECIDOS DEL COVID-19.

Andrés Cañadas Salguero.
Hermano Mayor.


Alabado sea Jesús Sacramentado. Sea por siempre, bendito y alabado.

Señor misericordioso y eterno; Dios de la luz; creador de todas las cosas; Padre bueno y bondadoso... a Vos acudimos Señor, en este jueves de regreso a Vuestra todopoderosa presencia, para postrarnos y suplicaros, ofreceros nuestras vidas, y entregaros nuestras oraciones. Nuestra humilde imperfección no nos deja comprender el tiempo que vivimos, y eso nos llena de dudas y de miedos, de sombras, y desesperanzas.

En mitad de la vida nos ha llegado un eclipse a nuestra forma de ser, y sin tiempo a comprender tantos porqués, nos toca de nuevo refugiarnos en Vos, para buscar respuestas a tanto sufrimiento, y a tanto dolor.


El mundo; Vuestro mundo; Vuestra creación más maravillosa, lucha contra lo que es desconocido para nosotros... contra todo aquello que nunca imaginó, desde una sociedad tan crecida y autosuficiente, que parece haber olvidado casi por completo, que para nacer del barro, un buen día nos hizo falta Vuestro aliento, aquel que nos regaló el maravilloso premio de la Vida. Como sucedió al hijo pródigo al partir del lado de los suyos... con demasiada facilidad nos olvidamos de Vos, nos alejamos de Vos, y cuando las cosas vienen torcidas, o no funcionan... hasta nos enfadamos con Vos.

Por eso, en este tiempo de reencuentro, permitidnos Señor, saber que seguís estando con nosotros, aunque algunas veces, nosotros no hayamos podido, no hayamos sabido,... o no hayamos querido estar a Vuestro lado.

Nos toca, Señor, pediros misericordia. Implorar vuestro bendito auxilio en estos tiempos duros y desesperados. Nos toca refugiarnos en la oración, y nos toca sentirnos de Vos, sin condiciones, pidiéndoos benevolencia por nuestros tiempos de ausencias.

Son muchas las almas que han partido por culpa de la enfermedad. Muchos los inocentes que nos han dejado, y muchos también los que sufren la ausencia de sus seres queridos. Son muchos los que viven en soledad esta incertidumbre. Muchos los que sienten el temor de un futuro desconocido, que provoca recelos y temores.

Nos toca acordarnos de los fallecidos por esta pandemia, Señor, y pediros que los acojáis en vuestro regazo bendito. Atended, Señor, sus deseos de acompañaros en Vuestra Gloria Eterna, y acordaos de los familiares que lloran en la distancia de un confinamiento, que ni siquiera les ha permitido entregar su último beso... su último adiós... a los suyos. 

Protegednos, Señor. Escuchad nuestra leve súplica, y permitidnos no dejar de estar nunca a vuestro lado. Sabemos que estáis con nosotros, y que sólo Vos podréis resolver nuestras encomiendas. Nosotros, Vos lo sabéis, tenemos la certeza de que nos escucháis... que nos escucháis a todos.
Por eso confiamos en vos, y sabemos que la Fe, no es un regalo pasajero, sino el más precioso don que un día nos regalasteis. Por ello a esa misma Fe nos acogemos, y en ella nos confiamos ante Vuestra Divina Majestad.

Atended, Señor, nuestro ruego. Protegednos ante este momento horrible que nos asola. Ayudad a la toma acertada de decisiones, a la labor de sanitarios y Cuerpos de Seguridad, al trabajo común contra la enfermedad, y a la labor caritativa y desinteresada, necesaria para tantas y tantas personas.
En Vos confiamos, y ante Vos depositamos nuestra oración suplicante...

Alabado sea Jesús Sacramentado. Sea por siempre, bendito y alabado.