ILUSTRÍSIMA, VENERABLE Y ANTIGUA HERMANDAD Y COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO,
SANTÍSIMO CRISTO DE LAS ALMAS, NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y ÁNIMAS BENDITAS

IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO EL REAL Y DE REFUGIO

JEREZ DE LA FRONTERA


domingo, 13 de junio de 2010

Corpus de Minerva

Hay sonidos en nuestra memoria inmaterial, que forman parte de nosotros mismos, de nuestras vidas, de nuestros años... sonidos que unidos a todo lo demás, van dando cobijo a todo aquello que de una forma o de otra se va quedando guardado en el poso del alma.

Eso es precísamente lo que ocurre en San Miguel cada año, cuando amanece la mañana del Corpus de Minerva. Primero suena ese Jerez que en su despertar alberga sones especiales. Que si una máquina de café, que si pisadas que llegan tarde a algún sitio, que si campaniles que tocan a misa, que si la escoba de una vecina en la puerta de su casa...

Luego el sol sube un poco más, y entonces suena un órgano dentro de un templo, y suenan voces que contestan a las oraciones, y suena la voz de don Ángel, santo y seña de San Miguel, y suenan las varas apoyándose en las paredes, y suenan los corrillos en las puertas laterales.

Luego chirrían los goznes de la puerta grande, y entonces todo empieza a sonar a Corpus, y los cánticos sacramentales se mezclan con los golpes del llamador en los pasos, y las bandas inundan con sus sones los rincones del barrio, y cuando avanza la procesión, pasan volando bajo los vencejos entre las vetustas antenas de televisión aún vivas en los viejos tejados.

Y suenan los disparos de las cámaras de fotos. y suenan las cadenas de los incensarios. Y suenan tambores rompiendo la mañana, y también las gentes que charlan en las aceras hasta que llega el paso de Dios... y suena la voz de Miguelito Perea que viene de hacer su programa, y las voces opacas de los capataces... y las campanas del templo grande que todo lo llenan con su compás.

Y así, en un suspiro, en lo que dura un parpadeo del Altísimo, en lo que una ola va y viene a esa orilla de arena blanca que a veces es la fe inconsistente de quienes vamos a veces movidos sólo por la inercia, regresamos otra vez a San Miguel, y entonces todos se arrodillan y suenan los crujidos de las bancas del templo, y la banda toca el Himno Español, y todo se consuma en un... "Bendito sea Dios... Bendito sea su Santo Nombre... Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre..."

Y así pasa un año más la mañana de Minerva, y así guardamos un poquito más, en ese álbum de las cosas grandes que nos van llenando el alma un año sí, y otro también...

(Andrés Cañadas)