
Un elemento por el que quiere fijar su uso en esos términos, y nunca en la interpretación musical indiscriminada en sus actos por la Iglesia, reside en el hecho diferencial cuando quien procesiona es un santo: "En cambio, cuando salía un santo, como es el caso de San Juan de la Hermandad del Nazareno, siempre se tocó la Marcha de Infantes".
Repetto ofrece su orientación, en medio de alguna confusión actual al respecto, añadiendo que en ese ámbito hay que situar, igualmente, las coronaciones canónicas de Cristo y de María que aún se mantienen y nadie pone en tela de juicio. Concluye instando que el uso, indicado para Jesús y María, de la que siempre fue Marcha Real, lo es especialmente en el caso del Santísimo.