Francisco C. Aleu (Viva Jerez). El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, se mostró ayer convencido de que las obras de consolidación de la iglesia de Santiago podrán estar finalizadas “en los primeros meses” del próximo ejercicio, una vez que parecen resolverse los problemas derivados de la quiebra de Cimtra, que es la empresa a la que fueron adjudicados estos trabajos. En declaraciones a este medio, Plata recordó que la suspensión de pagos presentada por Cimtra obligó a la Consejería de Cultura a iniciar un nuevo proceso de adjudicación de los trabajos, que ahora precisamente alcanza su fase final. De este modo, y teniendo en cuenta que los trabajos estaban ya ejecutados aproximadamente en un 90 por ciento, es posible que esta primera fase de las obras pueda concluir antes de la próxima Semana Santa.
El propio consejero de Cultura advirtió de que será entonces cuanto las administraciones públicas (Ayuntamiento y Junta) y el Obispado de Asidonia-Jerez deban volver a suscribir un convenio en virtud del cual pueda darse continuidad a estos trabajos.
En cualquier caso, la ejecución de la primera fase de estas obras permitirá la reapertura al culto del edificio, toda vez que ya no habrá peligro de colapso en sus estructuras, lo que podía provocar un desplome del histórico inmueble.
Paulino Plata recordó en cualquier caso que el compromiso adquirido en su momento por la Administración autonómica culmina con la ejecución de estos primeros trabajos, aunque no descartó que la Junta pueda contribuir en un futuro a la recuperación integral del templo.
Cimtra (Cimentaciones y Tratamientos S.A.) presentó suspensión de pagos la pasada primavera cuando apenas restaba un mes para la conclusión de unos trabajos a los que la Junta destinó 2,5 millones de euros. Desde entonces no se ha acometido ninguna actuación en el interior del templo.
El anuncio del consejero de Cultura de la inminente adjudicación de los trabajos pendientes permite albergar esperanzas de que se culmine una actuación que se consideraba imprescindible para evitar el desplome del edificio. Aunque el Obispado y las administraciones tendrán que volver a sentarse para garantizar la financiación de los trabajos que queden pendientes, en principio la intención de la Diócesis es que el templo sea recuperado para el culto en cuanto sea posible para evitar un deterioro aún mayor.